Como proteger a tus niños del "Bullying".
Actualizado: 22 ago 2019

Cuando tenía unos 7 años tuve la ingrata experiencia de ser víctima de bullying, pero afortunadamente, solo por un día.
Me explico. Iba en la guagua (autobús) escolar de camino a nuestra casa luego de un largo día de escuela. Recuerdo que estaba sentada en el lado de la ventana, mirando tranquilamente, hacia afuera. Escuchaba la algarabía típica de niños en una guagua escolar. Algunos hablando, algunos riendo, otros gritando. De momento me percato de que una niña me estaba hablando. Creo que llevaba unos cuantos segundos hablando antes de darme cuenta que era mí a quien se dirigía. Le pregunto "What?" (¿Qué?). Ella me explicó con una actitud de "gangster" que yo no le caía bien y que quería pelear conmigo al bajarnos del autobús. Dentro de mí sentí miedo, confusión. Me preguntaba, "¿Qué le he hecho yo a está niña? ¿Por qué quiere pelear conmigo si yo soy buena persona? " La verdad es que sentí mucho miedo ya que la niña era alrededor de 2 años mayor que yo y mucho más grande, sin embargo, mi respuesta fue un "Ok", sereno, firme y seguro.
Aún quedaban unos minutos antes de llegar a la parada del autobús o ,"guagua", como le decimos en Puerto Rico. Mi corazón se aceleraba y mis manos sudaban. Mi mente procesaba mil pensamientos por minuto.
¿Aceptaba el reto de esa bully malcriada o salía corriendo por mi vida? Mi mente me decía "Corre a tu casa porque esa gigante te va a dar y te va a doler", pero mi orgullo me decía, "Si te vas te verás como una cobarde y probablemente esa abusadora me va a seguir hostigando hasta el fin del año escolar."
Finalmente, tomé mi decisión. La guagua llegó a la parada y a mí me tocaba bajar primero. Era la oportunidad perfecta para salir huyendo, pero yo decidí quedarme parada en la grama junto a la puerta de la entrada a esperar. Con mi mochila colgando del brazo derecho, manos cruzadas y corazón acelerado miro hacía las escaleras del autobús y veo a la niña bajar. Su cara era de asombro. No esperaba verme ahí esperándola. Al bajar, me dió el primer empujón y lo que recuerdo luego de eso es estar sentada encima de ella lanzándole puños llenos de rabia por la actitud injustificada que tuvo hacía mí. Recuerdo que en un momento dado ella sacó fuerzas, me volteó, logró pararse y salió corriendo. Mi coraje era tanto que salí a correr detrás de ella gritándole, "No corras, gallina! No logré alcanzarla, pero luego de ese día no recuerdo haberla visto jamás.
La moraleja de ésta historia puede ser más de una, sin embargo, el propósito de compartirla, aparte de sacarte una sonrisa, quizás, es recordarte que el bullying es real y que siempre ha existido.
Siempre han habido niños malcriados con falta de valores que piensan que está bien dañar a los demás, que está bien mofarse, agredir, insultar y/o hostigar a otro ser humano. Esta sociedad está muy deteriorada y, lamentablemente, los niños que tienen buenos padres que se esfuerzan a diario por enseñarles buenos valores se ven obligados a crecer junto a éste otro grupo de niños quienes no han sido inculcados con los mismos valores de respeto y amor. Por eso es de suma importancia que protejamos a nuestros niños, brindándoles las herramientas necesarias para que sepan identificar a un "bully" o abusador y sepan como defenderse.
Sabemos que no se debe promover ni recurrir a violencia (aunque en mi caso funcionó devolverle par de cachetadas jeje), pero, sí, debemos enseñarles a nuestros niños a defenderse y a no permitir que nadie abuse de ellos.
A continuación les comparto algunos puntos que he discutido con mi niña de 6 años acerca de como enfrentar una situación de bullying.
1. Explícales lo que és un "bully". Habla con tus niños con relación a este tema desde antes de ir a la escuela por primera vez. Explícale que hay niños que aún no han aprendido a amar y respetar y piensan que pueden tratar mal a los demás. Déjales saber que ésta conducta no es aceptable y que nadie quiere estar cerca de un "bully". Esto le ayudará a decidir no actuar de ésta forma cuando, quizás, se vea tentado a copiar la conducta de algún amiguito bully.
2. Dales algunos ejemplos de conductas de bullying. Enséñales con ejemplos de qué conductas pueden ser consideradas como bullying. Por ejemplo, mofarse de otros, quitarle juguetes o comida, hablar mal de otros, persuadir a otros niños a no ser amigos de x o y persona. Esto les ayudará a identificar cualquier situación de bullying para así poder enfrentarla con éxito.
3. Enséñales a que busquen a un adulto responsable si sienten que ellos o algún compañerito están siendo víctimas de bullying. Tus niños deben saber que no tienen que quedarse callados y que al dejarles saber lo que está sucediendo a un adulto, como sus maestros, directora escolar, guardia de seguridad y especialemente a mamá y a papá les brindará mayor protección y ayudará a solucionar el problema de una forma más rápida.
4. Enséñales a defenderse con palabras, con firmeza y con valentía. Cuando mi niña fue al kindergraten un día me contó que en la fila de la escuela uno de sus compañeros la empujó. Le pregunté, ¿Se lo dijíste a la maestra? Ella me contestó, "Sí,". ¿Le dijiste que contigo no se puede meter? "Sí, mamá. Le dije A mí nadie me toca porque yo soy una princesa!" Esa respuesta de mi niña hacia su agresor fue una repuesta que denota valentía, seguridad, firmeza. Ella supo que eso no estaba bien. Ella se lo dejó saber al niño sin miedo y sabiendo quién era ella. También se lo dejó saber a un adulto. Quizás si se sentaba a llorar, el niño continuaba empujándola el próximo día y quizás el próximo. Pero, no, él se dió cuenta que no iba a tener ningún poder emocional sobre niña. Mi hija le enseñó con palabras firmes, con valentía, que a las niñas no se tocan.
5. Alimenta su autoestima; crea niños seguros y con confianza en sí mismos. La sana autoestima comienza desde mucho antes de ir a la escuela. Enséñales a tus niños desde pequeños a amarse así mismos, a confiar en su habilidades y a ser asertivos. Enséñale que si alguien les trata mal, les hace sentir menos o se burlan de ellos, que el problema no está en ellos, sino que el problema está en la mente de los que te tratan de hacer daño. Explícale que estos niños aún no han aprendido a amar porque ellos no se aman a sí mismos. Enséñales a tenerles compasión y no miedo. Un niño con sana autoestima y seguro de quien es no permitirá que nadie lo maltrate.